martes, 31 de marzo de 2015

02-Palabras. En el camino de lo etéreo


Trabajo, de los muchos de la vida poética de:

Segundo inicio para aportaciones de almas vivas, que se presentara en los próximos Poetry Slam de Cantabria, Vitoria y Bilbao, en este mes de abril tan semana santo...

Plantea tu inicio de la idea de la historia o tu final, lo que quieras pero participa...
kolaborarte@gmail.com

jueves, 26 de marzo de 2015

01-Composición "En El Arroyo de la Libélula Lectora"


Imagen Libélula: Mª Angeles Rosado
Poesía visual: Alberto Blanco
Composición realizada con las aportaciones recibidas a 25 de marzo
En el arroyo de la libélula lectora, el tiempo danzaba melódicamente, reía y hacía reír con él, vibraba de pura pasión, transcurría… tan deprisa, tan deprisa, como voltean la comba los erizos con los párpados. Tan despacio, tan despacio, que las letras caían una a una como plumas.
Los niños abrían los brazos para recogerlas, los ancianos cerraban los ojos, todas las manos que estaban cerca, se buscaban para apretarse; como intentando crear una red mágica, que atrapase para siempre ese momento…
La lluvia de letras era incesante, flotaban en el ambiente, buscando su refugio en esa misteriosa habitación sin puertas, en la cual se enraizaba el poeta, buscando ese momento adecuado, para unir su alma, para humedecer sus miedos… en la reconditas aguas del arroyo…
Eterna cascada, que por influjo del  verso decidió convertirse en beso, entre las manos de los amantes de la letra.
Cuando hacía frío los abrazaban, el calor también les acercaba a ellos, acurrucándose en sus sombras. Todas las miradas tenían sentido, el mundo empezó a llenarse de espejos, que jamás se separarán mientras haya poesía.
Yo los observaba con mi sonrisa, mis labios dibujaban letras.
Cuenta una leyenda, que ese momento transcurría tan despacio, como gotean los relojes de las espumaderas, tan despacio, que los sueños eran ligeros como bruma.
Cuenta, que la bruma se abrazaba a los niños cobijándose, que los ancianos descalzos de manos, jugaban con ella, que la libélula perdió la mitad de sus alas…
Cuenta que ante ella, en el preciso momento en el que su corazón comenzó a leer, se fueron congregando multitud de almas vivas, que ya no le permitieron detener su lectura, construyeron muñecos de letras animados por la voz común de sus sentimientos.
Se puso cómoda, recostándose sobre sí misma. El tiempo le planteó una terrible disyuntiva, tuvo que elegir entre volver a volar o dejar este mundo como un verdadero cadáver exquisito, rodeado de todo tipo de vuelos de letras.
Y decidió seguir leyendo.
Cuenta también la leyenda, que Ricky, la Luciérnaga Ciega, guiada por la voz de la libélula, encontró el arroyo que llevaba buscando tanto tiempo y se quedo con ella para siempre, prestándole de noche su luz natural, cerca del agua, a cambio de su lectura.
Las gotas que manaban por aquel arroyo, tenía vocación de nube de luna, de cresta de ola, de sed de mares de letras, de mareas de vidas...
Pero se quedaban quietas, escuchando fascinadas, el discurrir del tiempo por una espumadera, el caer de la bruma que se cobija entre niños, erizos jugando a la comba, el sonido de unas manos que nunca se separaran… bajo una luna hecha redonda.
Tras los párpados de niños y viejos, una sonrisa se despereza, pues cada verso abanica sueños de libertad, y las palabras todas se agolpan a renglón seguido para caer, cuál pétalos floridos, sobre las aguas.
Se cuenta que. . . el arroyo transcurría tan despacio, que el tiempo se derretía dulcemente entre sus segundos arrebatados en una exaltación de aguas cristalinas y esa natural liturgia formada por plumas que volaban como letras exaltadas a merced de un viento caprichoso. Ojos, brazos, niños, ancianos, abrían atónitos sus corazones.
Cuentan, que la libélula sigue todavía dibujando una sonrisa de letras, desde sus labios...que su lectura descansa en el autobús su alboroto, en un día festivo de frío, lluvia y viento, observando el vuelo de Ricky, que celebra el aleteo de tan lectora libélula sobre el lago, en un torneo de aproximaciones. . .lejanas.
Y en ese tiempo en el que ha quedado petrificado por siempre el arroyo, dan cobijo las letras a otras muchas de sus congéneres, pues el verbo de la libélula no tiene fin. Amantes, poesía y almas vivas, hechos de grafías como plumas, tras manos que son redes, y acentos que cantan infinitas lenguas…. despacio, tan despacio….  refugio en aquella luz luciérnaga, volteadora de páginas al compás de su fragancia estival…

Todo esto sucedió el día que murió la soledad.
En el arroyo de la libélula lectora.




viernes, 20 de febrero de 2015

01-En el arroyo de la Libélula Lectora.

Imagen de Mª Angeles Rosado Gutierrez
[Inicio de un "Cadáver Exquisito"
para congregar almas vivas]

Pasaje de "El Libro que Encarcelaba Miradas"
En construcción.... 
¿Te apuntas?

Propuesta para aportaciones en colaboración:
Envía un correo a kolaborarte@gmail.com o añade un comentario.

El resultado de vuestras aportaciones:
se presentara los próximos 4, 7 y 8 de abril en Noja, (Cantabria), VitoriaBilbao,  (respectivamente), bajo el cobijo del Poetry Slam:


A día de hoy, tenemos once almas vivas:
en Kolaboran Personas
Esperamos la tuya


Javier Goikoetxea Seminario:

Ese momento transcurría tan despacio…
tan despacio…

Que los sueños eran ligeros como bruma.

La bruma abrazaba a los niños, cobijándose…
Los ancianos descalzos de manos,
jugaban con ella.

Yo los observaba con mi sonrisa.

Mis labios dibujaban letras...
14 de enero de 2015




Pablo Martin


En el arroyo de la libélula lectora,
el tiempo danzaba melódicamente,
entre las manos enlazadas,
reía y hacía reír con él.
El tiempo, vibraba de pura pasión,
el verso decidió convertirse en beso,
entre las manos de los amantes de la letra,

que jamás se separarán mientras haya poesía.
6 de marzo de 2015



uruk

el tiempo transcurría tan despacio
como gotean los relojes
de las espumaderas
tan deprisa, tan deprisa
como voltean la comba
los erizos
con los párpados 
de los ancianos
9 de marzo de 2015


Antonio Maldonado Munóz


Construyeron muñecos de letras
animados por la voz común
de sus sentimientos.
 
Cuando hacía frío los abrazaban,
el calor también les acercaba a ellos
acurrucándose en sus sombras.
 
Todas las miradas tenían sentido,
el mundo empezó a llenarse de espejos.
 
Esto sucedió el día que murió la soledad.
 10 de marzo de 2015


Prosética



Cuenta una leyenda, del día en que murió la soledad, que la "Libélula Lectora" perdió la mitad de sus alas.
Ante ella, en el preciso momento en el que comenzó a leer, se fueron congregando  multitud de almas vivas, que  ya no le permitieron detener su lectura.
Se puso cómoda, recostándose sobre si misma. El tiempo le planteó una terrible disyuntiva, tuvo que eligir entre volver a volar o dejar este mundo como un verdadero cadáver exquisito, rodeado de letras.
Y decidió seguir leyendo.
Cuenta también la leyenda, que una Luciérnaga Ciega, guiada por la voz de la Libélula, encontró el arroyo que llevaba buscando tanto tiempo y se quedo con ella para siempre, cerca del agua.
Las gotas que manaban por aquel arroyo, tenía vocación de nube de luna, de cresta de ola, de sed de mares de letras, de mareas de vida...
Pero se quedaban quietas, escuchando fascinadas.... El discurrir del tiempo por una espumadera, el caer de la bruma que se cobija entre niños, erizos jugando a la comba, el sonido de una manos que nunca se separaran...
Cuenta la leyenda, que La Libélula sigue todavía dibujando una sonrisa de letras, desde sus labios...
12 de marzo de 2015



g minuscula

"Y en ese tiempo en el que ha quedado petrificado por siempre el arroyo, dan cobijo las letras a otras muchas de sus congéneres, pues el verbo de la libélula no tiene fin. Amantes, poesía y almas vivas, hechos de grafías como plumas, tras manos que son redes, y acentos que cantan infinitas lenguas…. despacio, tan despacio…. en aquella luz luciérnaga, volteadora de páginas al compás de su fragancia estival.

Tras los párpados de niños y viejos, una sonrisa se despereza, pues cada verso abanica sueños de libertad. Y las palabras todas se agolpan a renglón seguido para caer, cuál pétalos floridos, sobre las aguas. Eterna cascada que, por influjo de una luna hecha redonda, celebra el aleteo de tan lectora libélula."
13 de marzo de 2015

Alberto Blanco

14 de marzo de 2015



Hipolito Garcia (Bolo)


. . . el arroyo transcurría tan despacio que el tiempo se derretía dulcemente entre sus segundos, arrebatados en una exaltación de aguas cristalinas, y esa natural liturgia formada por plumas que volaban como letras a merced de un viento caprichoso.
ojos, brazos, niños, ancianos abrían atónitos sus corazones.

la libélula lectora descansaba en el autobús su alboroto en un día festivo de frío, lluvia viento, observando el vuelo de Ricky sobre el lago en un torneo de aproximaciones. . .
19 de marzo de 2015

 Mª Angeles Rosado Gutierrez
Imagen de portada "Libelula"



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